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domingo, 27 de mayo de 2012

Enfermería en los cuidados paliativos


Es evidente que la enfermería es un pilar muy importante en la atención del paciente en fase terminal. Trata de ayudar al anciano a la asimilación del diagnóstico y a sobrellevar la enfermedad, y actúa también sobre la familia del mismo, prestándo apoyo antes y después de la muerte.



El enfermero como miembro del equipo interdisciplinar tiene la capacidad de lograr que el paciente anciano se adapte a los cambios que va sufriendo, a través de una valoración rutinaria de las molestias tanto físicas como emocionales, para aplicar lo antes posible las diferentes técnicas paliativas y así el anciano sufra lo menos posible.

La atención detallada que presta enfermería hace más probable la observación de cambios repentinos que pueda mostrar el paciente, logrando movilizar los recursos necesarios para el alivio precoz.

No hay que olvidar la asistencia a la familia, motivando a ésta a fomentar la participación en los cuidados del enfermo y animar a que trasmitan apoyo al mismo para que viva esta etapa como un periodo positivo donde se les da al oportunidad de mejorar la relación entre ambos y crecer individualmente.


BIBLIOGRAFÍA 

1. Astudillo W, Orbegozo A, et al. Cuidados Paliativos en Enfermería. Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos.  1ª Edición, San Sebastián - España, 2003. Disponible en: http://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S0211139X09002182?via=sd

La asistencia de enfermería en el domicilio


El hecho de que los ancianos sean más vulnerables a los problemas de salud que el resto de la población, hace que se generen necesidades de nuevos servicios sanitarios hacia la prestación de cuidados en las instituciones sanitarias y en la propia comunidad.

Cuando la demanda de cuidados de este grupo de personas hace referencia a la atención domiciliaria, la enfermería es la responsable del mayor porcentaje de las actividades desarrolladas.

 



El objetivo fundamental de enfermería en este ámbito es mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas, o que encuentran limitada temporal o permanentemente su capacidad de autocuidado o su movilidad, por lo que han de permanecer en su domicilio.

¿Qué tipo de ancianos necesitan de los cuidados asistenciales de la enfermera a domicilio?

  • Personas mayores con diferente grado de dependencia. 
  • Seguimiento de control (hipertensión, diabetes, cura de ulceras, etc).
  • Ancianos que acaban de salir del hospital.
  • Ancianos con necesidades puntuales, normalmente no dependientes (inyectables analgésicos por lumbalgias, cura de heridas quirúrgicas, vacunación.
  • Personas mayores con alguna discapacidad, por lo que les resulta muy difícil movilizarse y salir a la calle.
  • Aquellas personas cuidadoras de otras personas, que muchas veces se ven desbordadas por el desconocimiento.

 

 BIBLIOGRAFÍA

1. Jiménez Cuadra E. Atención al anciano en atención primaria. Centro de Salud de Antequera. 2007. Disponible en: http://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/3824/1/Atencion-al-anciano-en-atencion-primaria.html

 

 

 


Contenidos de la educación sanitaria prestada al anciano


La educación sanitaria y las actividades encaminadas a la prevención de los problemas de salud en el anciano pretenden alcanzar una mejor calidad de vida para este grupo de pacientes, dejando atrás las limitaciones que acarrean dichos problemas. El objetivo último es lograr que el anciano viva independientemente en su domicilio el mayor tiempo posible.

 

Con la EPS se puede tratar contenidos muy variados relacionados ampliamente con el concepto de higiene.

Higiene del medio físico
Contiene información para la mejoría de las condiciones de la vivienda o el uso del transporte. En cuanto a la vivienda se tendrán en cuenta aspectos como:

  • Influencia de la higiene de la salud y de la vivienda en el anciano.
  • Manera de conservar la limpieza del hogar
  • Desinsectización.
  • Importancia de la ventilación y como debe realizarse.
  • Normas de higiene en caso de poseer animales de compañía.
  • Precauciones a seguir ante riesgos de accidentes en el hogar.
  • Primeros auxilios básicos.
Nota: Un ejemplo de educación sanitaria del medio: las caídas

Higiene social
En este ámbito se tratará de facilitar la integración social de la persona mayor interviniendo sobre el y las personas de su alrededor ya que suelen presentar más problemas para adaptarse a los precipitados cambios de la sociedad.

Los contenidos serán los siguientes:

  • Soluciones ante dificultades en el ámbito económico, social y familiar del anciano, en la actualidad.
  • Importancia de la persona mayor en nuestra sociedad.
  • Hacer hincapié en la integración social y familiar.
  • Motivar a la participación de actividades de ocio, creativas, culturales…
  • Informar del acceso y la utilidad de los recursos que ofrece la sociedad.

Higiene individual
Se trasmitirán acciones educativas sobre aspectos tan básicos como la alimentación y la higiene corporal. La primera puede verse entorpecida por las dificultades económicas, el estado de la boca del anciano, la soledad o las deficientes costumbres alimentarias y la segunda por las pésimas condiciones de la vivienda.


Hábitos tóxicos
Se informará al anciano sobre:

  • Las consecuencias del alcohol y el tabaco en las patologías de base u otras nuevas.
  • Importancia de una adecuada medicación y de la implicación de la familia en el correcto procedimiento.
  • Riesgos que acarrea la Polimedicacion.

Higiene física
Se abordaran contenidos como:

  • El ejercicio físico y su relación con la salud.
  • Actividades recomendadas y lugar idóneo donde se pueden practicar.

Higiene mental
Este campo es de gran importancia en el programa de educación para la salud ya que existen muchos cambios en el anciano que suelen influir negativamente en su salud mental. Por ello se trataran temas como:

  • El aumento y mantenimiento de las relaciones socio-familiares.
  • Actividades de ayuda física y mental.
  • Aumento de la motivación y autoestima.
  • Tratar las condiciones del medio que rodea al anciano.


BIBLIOGRAFÍA 
1. Iruzubieta Barragán FJ. Género y educación sanitaria en el anciano.








Sondaje intermitente en pacientes ancianos


Una de las técnicas para tratar la incontinencia en adultos mayores es el sondaje intermitente. Este método esta indicado en pacientes con disfuncion vesico-esfinteriana neurológica como opción al cateterismo vesical permanente, en los casos de incontinencia por rebosamiento.
                     
El objetivo es vaciar la vejiga regularmente, manteniendo la función de llenado-vaciado, utilizando una sonda sin balón , acodada en el hombre y recta en el caso de la mujer.

A diferencia del método permanente, éste otro ofrece beneficios tales como su simplicidad, menor riesgo de infecciones y aumento de la autoestima al acabar con los problemas sociales, laborales y sexuales que conlleva utilizar una sonda de larga duración.

Si el propio paciente es independiente y conserva su actividad funcional será él el que realice la técnica, sino se delega a un miembro de la familia.


El profesional enfermero tiene la obligación de realizar educación sanitaria al paciente anciano y enseñar la técnica de autosondaje vesical limpio. 
Primeramente se valora la capacidad de éste para realizar el procedimiento por sí solo, se le explica que es la mejor opción  ante su problema y se le anima para que aprenda bien la técnica, la cual comprende: el material necesario, el lavado de manos y de genitales con jabón neutro, la desinfección del meato, la lubricación de la sonda, la introducción  del catéter hasta que observe la eliminación de orina y la compresión de la vejiga hasta la evacuación completa. 
  


La mujer anciana presenta más dificultad que el hombre para localizar el meato urinario, por lo que se le recomendará la utilización de un espejo para la correcta introducción de la sonda.

El autosondaje debe realizarse al levantarse y justo antes de acostarse además de varias veces durante el día según la ingestión de líquidos, la sudoración y la capacidad vesical entre otros factores.




BIBLIOGRAFÍA 

1. Martín Trapero C, Torrijos Torrijos M. Cuidados de enfermería en el anciano
con patología urológica. Servicio Cirugía II y Servicio Geriatría. Hospital Universitario San Carlos. Universidad Complutense. Madrid. Clínicas Urológicas de la Complutense. 2, 129-148. Editorial Complutense de Madrid, 1993.


Incontinencia fecal en el adulto mayor


La incontinencia fecal es un problema grave que afecta en gran parte a la calidad de vida del anciano, además de producirle aislamiento social. Es difícil que los propios pacientes expresen el trastorno de manera voluntaria ya que supone para ellos una situación vergonzosa, por eso la única forma de que los profesionales sanitarios conozcan el problema es realizando un interrogatorio concreto y detallado al anciano y sus familiares. Este fenómeno explica que la prevalencía real de IF este subestimada.


Se ha comprobado que la mayor incidencia se presenta en los ancianos que habitan los asilos, de hecho, este problema es la segunda causa de ingreso en este lugar.






Mecanismos involucrados

- Se observa una disminución de la presión en el canal anal y de la capacidad rectal, además de existir una relación entre la edad y el nivel de esclerosis del esfínter anal interno y la atrofia muscular.

- También se ha demostrado que la frecuencia de IF es mayor en mujeres que en hombres obteniendo una proporción de 3 a 1 en la población mayor de 65 años.

- Los factores que se vinculan a la mayor influencia en mujeres son la multiparidad, el trauma obstétrico (uso de forceps, macrosomía en el neonato y desgarros perineales) y las alteraciones de la estática pélvica.

- Otro componente de riesgo para desarrollar IF es la diabetes mellitus, ya que ésta puede llegara  producir hipotonía esfinteriana.

- Los trastornos neuropsiquiátricos son un factor de riesgo muy relacionado con la IF porque producen un déficit neurológico que acaba afectando a la musculatura pélvica, disminuyendo la sensación rectal. Entre alguno de estos trastornos esta la enfermedad cerebro vascular, la esclerosis múltiple y los problemas en la medula espinal.


¿Se puede medir la gravedad de la IF?
Existen unas escalas que clasifican a los pacientes según la afección o impacto que supone este trastorno en su calidad de vida, y así determinar el tratamiento adecuado pudiendo evaluar también la respuesta a éste.

La escala de Wexner modificada por Kamm es la más útil para estos casos. Una puntuación >9 tiene relación con una disminución importante de la calidad de vida, mayor aislamiento social y necesidad de utilizar pañal.


BIBLIOGRAFÍA

1. Maía Remes-Troche J, Sáenz P, et al. Incontinencia fecal en adultos mayores. Rev. invest. clín. v.56 n.1 México feb. 2004. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0034-83762004000100004&script=sci_arttext


Evaluación clínica del anciano hipertenso



La valoración del anciano hipertenso requiere el estudio de algunos detalles particulares a diferencia del hipertenso adulto.

Es común que el anciano además padezca otras patologías asociadas, por lo que en la evaluación debe averiguarse la existencia de daños orgánicos de distinta localización, principalmente a nivel vascular. También se debe indagar sobre posibles situaciones relacionadas con el problema, como son:

  • La mayor variabilidad tensional, la cual exige aumentar los cuidados diagnósticos repitiendo las mediciones en el domicilio o bien con monitoreo ambulatorio de la presión arterial (MAPA).
  • La hipotensión ortostática, que influencia la calidad de vida y la elección del tratamiento.
  • La hipotensión pospandrial y
  • La habitual presencia de una brecha auscultatoria (silencio entre la fase I y II de Korotkoff).

Se investiga también la presencia de apnea del sueño si el anciano es obeso o ronca, ya que un porcentaje alto de éstos desencadena hipertensión arterial nocturna.

La monitorización constante de la presión arterial en el ambulatorio en hipertensos ancianos, resulta mucho más útil y fiable, que las mediciones en consultorio y domicilio, sobretodo si el paciente presenta gran variabilidad tensional.

El simple hecho de extremar las medidas diagnosticas puede llegar a evitar la clasificación del anciano como hipertenso y en efecto, ser sobretratado, considerándose en realidad un paciente normotenso al que el tratamiento inapropiado puede desencadenarle reacciones adversas serias.



BIBLIOGRAFÍA 

1. Bendersky M, Kuschnir E, et al. Hipertensión arterial en ancianos. Servicio de Cardiología, Centro de Hipertensión Arterial. Hospital Nacional de Clínicas. Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Córdoba. Argentina. Disponible en: http://moodle.fac.org.ar/faces/publica/revista/98v27n2/bendersk/bendersk.htm






Nutrición en pacientes con demencia


La demencia (Alzheimer, E. Parkinson, etc.) es un proceso orgánico cerebral que cursa con daño crónico de la función cognitiva y obstaculiza el desarrollo de las actividades básicas de la vida diaria.


El sistema nervioso central esta directamente relacionado con el procedimiento de la nutrición y en esta situación de demencia, dicho proceso puede verse seriamente alterado. Es de vital importancia adaptar la alimentación a las necesidades del anciano enfermo para evitar así una malnutrición.

Pueden verse reflejadas las dificultades desde el estadío inicial, pero es en el estadío grave donde mayor riesgo existe de malnutrición y de úlceras por presión, además de sufrir disfagia y posibles neumonías por aspiración.

El personal enfermero debe prevenir la disfagia situando al paciente sentado o semi-sentado, espesando los líquidos con ayuda de espesantes y manteniéndose a su lado para ayudarle a ingerir, poco a poco, pequeñas raciones de alimento, intentando que respire adecuadamente entre las pausas.


Es importante que tanto el enfermero a cargo del paciente como el cuidador en el domicilio conozcan la maniobra de Heimlich, por si pudiese producirse un atragantamiento.






En muchos de éstos pacientes con demencia se acaba produciendo una disminución en la ingesta de alimentos, por aversión a la comida u olvido, lo que consecuencia una pérdida de peso relevante. Este dato hace considerar una dieta propia con unas características acordes a la situación.

En cambio, cuando el paciente demenciado se encuentra en un estadío grave, la dificultad de deglución y coordinación en la musculatura bulbar y la sialorrea pueden ocasionar atragantamiento, por lo que se aconseja la nutrición enteral mediante gastrostomia endoscópica percutánea.






BIBLIOGRAFÍA

1. Astudillo W, Orbegozo A, et al. Cuidados Paliativos en Enfermería. Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos.  1ª Edición, San Sebastián - España, 2003. Disponible en: http://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S0211139X09002182?via=sd