Es evidente que la enfermería es un pilar muy importante en
la atención del paciente en fase terminal. Trata de ayudar al anciano a la
asimilación del diagnóstico y a sobrellevar la enfermedad, y actúa también sobre
la familia del mismo, prestándo apoyo antes y después de la muerte.
El enfermero como miembro del equipo interdisciplinar tiene
la capacidad de lograr que el paciente anciano se adapte a los cambios que va
sufriendo, a través de una valoración rutinaria de las molestias tanto físicas
como emocionales, para aplicar lo antes posible las diferentes técnicas
paliativas y así el anciano sufra lo menos posible.
La atención detallada que presta enfermería hace más
probable la observación de cambios repentinos que pueda mostrar el paciente,
logrando movilizar los recursos necesarios para el alivio precoz.
No hay que olvidar la asistencia a la familia, motivando a
ésta a fomentar la participación en los cuidados del enfermo y animar a que
trasmitan apoyo al mismo para que viva esta etapa como un periodo positivo
donde se les da al oportunidad de mejorar la relación entre ambos y crecer
individualmente.
BIBLIOGRAFÍA
1. Astudillo W, Orbegozo A, et al. Cuidados
Paliativos en Enfermería. Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos. 1ª Edición, San Sebastián -
España, 2003. Disponible en: http://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S0211139X09002182?via=sd